Un fin de semana para dos
Presentación
Frontignan es el lugar ideal para una escapada a la naturaleza y le dará un nuevo impulso.
Reservamos para nuestro fin de semana un bed and breakfast en el distrito de Frontignan-Plage. Acogidos en este bonito piso en la orilla del mar, disfrutamos de un picnic nocturno en la arena.
Despertar con el sonido de las olas
Hemos visto que se ofrecen clases de deporte en la playa. Así que disfrutaremos de una sesión de yoga para empezar el día. Luego, vamos a un restaurante de la playa, ¡es la oportunidad de comer pescado fresco!
Desde allí, alquilamos bicicletas, nos hablaron de la fiesta del moscatel, y nos proponemos descubrir este vino de la variedad de uva "muscat petits grains" que hace la reputación de la ciudad. Nos dirigimos al centro de la ciudad para descubrir este famoso moscatel, así como los demás vinos de la zona. Cogemos nuestros tickets de degustación y nuestra copa, los viticultores están presentes, nos hacen probar su producción local. Para acompañar todo esto, degustamos los platos locales: tapenade, ostras del estanque de Thau, tielle de pulpo, brascucade (mejillones cocidos con las cepas), ¡una delicia! Aprovechamos para bailar toda la noche en las distintas bodegas instaladas para la ocasión y volvemos por el carril bici con total seguridad.
Nuestro segundo y último despertar en Frontignan
Esta mañana, será playa, mi marido hará unos baños mientras yo me acomodo en una tumbona en la cabaña de paja "Lire à la mer". Se ofrece una amplia selección de libros y periódicos. El sonido del mar me arrulla, ¡el sol brilla!
Antes de irnos, quisimos probar el famoso kit "Desafío Medieval" que, a través de acertijos, nos hace retroceder en el tiempo para descubrir Frontignan y sus estrechas calles. Así pudimos irnos con la historia de la ciudad en la cabeza.