Pilate Paddle
Presentación
Desde nuestra llegada a Frontignan, hemos aprovechado las vacaciones para pasear por la garriga y las antiguas salinas. Ahora es el momento de descubrir las actividades junto al mar. El centro náutico ofrece clases de pilates y fitness de pádel. Así que aproveché la oportunidad para probar esta primera actividad.
¿Qué es el Pilates?
La cita es un jueves por la mañana para una sesión de una hora con el centro náutico de Frontignan. Pero antes de contarles este descubrimiento, volvamos al concepto de Pilates. Fundado en 1920 por Joseph Pilates en Nueva York, el método Pilates es una disciplina que pretende fortalecer los músculos profundos responsables de la postura.
El pilates es un método de entrenamiento físico que se inspira en el yoga, la danza y la gimnasia suave. Las dos palabras clave en este deporte son equilibrio y postura. La técnica se basa principalmente en la respiración y en una buena postura corporal.
¿Por qué combinar Pilates y pádel?
Para Séverine, nuestra instructora, la práctica de los ejercicios de Pilates sobre una pala ofrece una doble ventaja. El soporte es una tabla que se mantiene en movimiento, lo que permite trabajar más la postura y el control del cuerpo para mantener el equilibrio. En segundo lugar, el entorno natural, al aire libre y con vistas al mar, favorece la relajación y permite combinar lo útil con lo agradable.
Motivado e impaciente por probar la experiencia, me puse un traje corto de neopreno prestado por el club, ¡sin olvidarme de untarme una buena dosis de crema solar en la cara! Séverine me da una tabla de stand up paddle y un remo. Me uno al pequeño grupo de participantes: la sesión está limitada a 6 personas.
Una sesión de pilates en la playa de Frontignan
Salimos del centro náutico por el canal del puerto exterior para llegar al lugar donde tendrá lugar la sesión de ejercicios. La tabla de pádel es finalmente más grande de lo que imaginaba. Cauteloso, primero me arrodillo para empezar a remar. Finalmente, me siento cómodo y puedo levantarme sin dificultad.
Llegamos a una estrella anclada en la orilla de la playa y amarramos nuestras tablas en el soporte flotante. Esto evitará que nos desviemos y nos permitirá permanecer cerca de Séverine para escuchar las instrucciones y coordinar nuestros movimientos durante los ejercicios.
Las secuencias siguen siendo bastante similares a las del yoga. Trabajamos varios tipos de ejercicios tumbados sobre la tabla, ya sea boca abajo, boca arriba o de lado. Los nombres de las posturas son muy evocadores: "la zambullida del cisne", "el mástil del barco" o "el nadador". Estamos en perfecta armonía con el paisaje.
La actividad no requiere ningún entrenamiento deportivo particular, pero sobre todo requiere concentración en la respiración y en el aliento. En general, los ejercicios son bastante fáciles de hacer, incluso para los principiantes. Después de una hora, vuelvo relajado y decidido a volver a la playa esta tarde. Pero esta vez, será holgazanear, nadar y leer bajo una sombrilla.